Apadrinar a un niño: ¿ayuda o desayuda?
Publicada el 3 de agosto de 2023
Muchos de nosotros hemos donado alguna vez para apadrinar a un niño. La idea de ayudar a una persona concreta es cautivadora: "¡con un simple gesto, puedes dar una vida mejor a un niño que crece en la miseria!". Sin embargo, esta forma de donar conlleva problemas importantes en los que deberíamos pensar.
Aunque querer ayudar a niños necesitados es admirable, la forma en la que decidimos hacerlo es clave. En función de cómo donemos, podríamos tener un gran impacto, uno muy pequeño o incluso un impacto negativo. Por desgracia, aunque la idea de apadrinar a un niño suena muy bien, esconde varios aspectos perjudiciales que, por ejemplo, llevaron a la ONG alemana terre des hommes a interrumpir sus programas de apadrinamiento ya en 1975:
- El apadrinamiento es una ayuda puntual que no aborda las causas subyacentes de la pobreza y los problemas de desarrollo.
- El apadrinamiento aísla a los niños y crea envidia.
- Los apadrinamientos colocan a los niños en instituciones y destruyen así las estructuras familiares y sociales.
- Los apadrinamientos suponen una gran carga administrativa y, por tanto, son caros.
¿Son exageradas estas críticas? Si uno echa un vistazo a las páginas web de ONG como Children International, parece que, al menos en algunos casos, las críticas pueden ser bastante acertadas (hemos pixelado las caras y nombres por respeto a los niños):
Como en una tienda online, con la ayuda de varios filtros puedes ordenar cientos de posibles apadrinados por género, origen y edad. Si el niño deseado sigue sin salir a la luz, un clic en el botón "Mostrar más" puede ayudar...
Como incentivo adicional, la foto de cada niño incluye el número de días que lleva esperando un padrino. Una vez elegido un niño, se te invita a hacer un donativo con una frase como "¡Con 30 euros al mes puedes liberar a Estrella de la pobreza!” Así, se da a entender que el donativo está sacando a Estrella de la lista de espera, y que se la está apoyando a ella y no al pequeño Anderson, por ejemplo. Esta "comercialización en forma de catálogo" ya fue criticada en 2005 en el estudio La presentación pública de los apadrinamientos de niños. Sin embargo, todavía puede encontrarse en algunas ONG grandes y conocidas como World Vision o Plan International. Los temores expresados por terre des hommes acerca de un tipo de ayuda que puede provocar envidias y que tiene elevados costes administrativos parecen razonables.
En la práctica, el apadrinamiento no responde a la realidad de cómo trabajan las ONG, sino que se utiliza únicamente por lo efectivo que resulta para recaudar fondos aprovechando las emociones de los donantes. En la letra pequeña queda claro que las ONG como World Vision, por ejemplo, no gestionan ayudas para casos individuales, sino "proyectos en el entorno del niño apadrinado". Es una ficción que los cooperantes vayan a un pueblo, saquen fotos de los niños y solo vuelvan cuando hayan encontrado suficientes padrinos, posiblemente meses después, o que entonces ayuden solo a los niños concretos que hayan resultado “elegidos”. En realidad, las ONG trabajan por proyectos en función de su presupuesto total.
Si las ONG que anuncian apadrinamientos no hacen en realidad nada diferente a otras que presentan su trabajo de forma más fidedigna, tal vez no deberíamos dejarnos llevar por cuál es más persuasiva al captar donantes: la pregunta importante es qué consigue realmente nuestra donación.
¿Consiguen lo mismo las donaciones a todas las ONG?
La evidencia demuestra que algunos programas humanitarios son mucho más efectivos que otros, consiguiendo ayudar mucho más por cada euro donado. Con una misma cantidad de dinero, algunos programas salvan vidas y ayudan a cientos de personas… mientras que otros consiguen muy poco.
¿Qué programas son los más efectivos? Como norma general, los programas de las ONG de apadrinamientos, incluso si hacen un buen trabajo, no están entre los más efectivos. A día de hoy, la mejor investigación que hemos encontrado para identificar esos programas es la de nuestro partner GiveWell, que dedica más de 60.000 horas al año a evaluar de forma rigurosa y transparente las iniciativas que consiguen un mayor impacto.
Programas como la suplementación de vitamina A, que evita la ceguera infantil, o la distribución de mosquiteras que protegen de las picaduras de mosquitos portadores de malaria, se encuentran entre los más efectivos. El primero tiene un coste de menos de 3 € al año por niño y el segundo de menos de 5 € por mosquitera distribuida. Llevados a escala, estos programas mejoran la salud de millones de personas y evitan la muerte de decenas de miles de niños cada año. Donando a estos programas, podrás ofrecer a muchos más niños una oportunidad de futuro: eso es mucho más importante que el marketing persuasivo.
¡, por favor!