¿Qué es la ayuda efectiva?

La ayuda efectiva utiliza la evidencia y la razón para maximizar el impacto de nuestras donaciones.

La ayuda efectiva es una nueva forma de enfocar nuestros esfuerzos por mejorar el mundo. Cuando pensamos en ayudar a personas que lo necesitan, es habitual elegir alguna de estas dos opciones:

  • Donar a alguna de las organizaciones más conocidas. Puede que un anuncio publicitario te haya persuadido para donar; que un “captador de fondos” te haya parado por la calle o en un centro comercial y le hayas dado tus datos o que simplemente hayas decidido empezar a colaborar con una organización conocida que trabaja en un problema que te importa.
  • Donar a algún proyecto en que conoces personalmente a alguien. Una preocupación muy frecuente es “que el dinero llegue a su destino”: por eso algunas personas prefieren donar a proyectos en los que conocen personalmente al equipo o en los que han podido incluso visitar a los beneficiarios para ver con sus propios ojos que la ayuda llega.

Sin embargo, dedicamos muy poco tiempo a evaluar qué resultados obtiene nuestro dinero. Si estamos invirtiendo en educación, ¿realmente están aprendiendo más los niños? Si nos preocupa la pobreza, ¿estamos consiguiendo que las personas a las que ayudamos sean capaces de conseguir más ingresos? Si nos paramos a pensar en ello, parece claro que el requisito de “que el dinero llegue” no es suficiente: es imprescindible que, además, obtenga resultados.

El concepto de la ayuda efectiva añade aún un requisito más. Siempre que destinamos recursos a cualquier programa de ayuda, incurrimos en un coste de oportunidad: no podremos dedicar esos mismos recursos a otras actividades. Por este motivo, es importante plantearnos qué programa puede conseguir mayores resultados con un mismo coste: es lo que llamamos la relación coste-efectividad. Si no nos hacemos esta pregunta, podemos desaprovechar la gran oportunidad de ayudar a más personas con un mismo esfuerzo.

La ayuda efectiva se basa en utilizar la evidencia y la razón para averiguar cómo podemos maximizar el impacto de nuestras donaciones.

Algunas formas de ayudar son mucho más efectivas que otras. Si no elegimos bien, nuestro esfuerzo puede ser en balde. Sin embargo, si elegimos las mejores formas de ayudar, podemos tener un impacto enorme en la vida de muchas personas.

Un concepto moderno de la ayuda

El planteamiento de la ayuda efectiva no sería posible sin el desarrollo de la investigación aplicada al impacto social que se ha producido durante las últimas décadas. El trabajo de fundaciones como la Gates Foundation, instituciones académicas como el Poverty Action Lab del MIT (J-PAL), y muchas otras organizaciones e investigadores, ha hecho posible que hoy podamos tomar decisiones basadas en la evidencia en cada vez más ámbitos relacionados con la pobreza y sus consecuencias. Aunque queda un largo camino por recorrer, cada vez disponemos de más datos y de mejores herramientas para obtenerlos y analizarlos.

Como reconocimiento a la importancia de estos cambios, el Premio Nobel de Economía de 2019 se concedió a los economistas Abhijit Banerjee, Esther Duflo, y Michael Kremer por su enfoque experimental para aliviar la pobreza global.

La ayuda efectiva en la práctica

Es alentador saber que hay personas dedicadas a investigar cuáles son las mejores formas de ayudar a los demás. ¿Cómo podemos aprovechar nosotros ese conocimiento? ¿Cómo podemos ayudar? El primer paso es averiguar en qué problemas podemos lograr un mayor impacto.

Siguiente página:
Priorizar problemas →
Dudas o sugerencias