Cómo se desarrolló la vacuna de bajo coste contra la meningitis

Una de las enfermedades que prevenimos con nuestro programa de incentivos a la vacunación en el norte de Nigeria es la meningitis: una infección de las membranas que protegen el cerebro y la médula espinal que, cuando es bacteriana, puede matar en horas o dejar secuelas graves. A escala global sigue siendo devastadora: en 2021 causó más de 200.000 muertes. La mayor carga está en África subsahariana, donde la letalidad puede alcanzar el 15%. Una proporción similar de supervivientes sufre discapacidades permanentes como pérdida de audición o visión.

Las primeras vacunas, disponibles desde los años setenta, ofrecían una protección corta y eran ineficaces en niños. El gran avance llegó en los noventa con las vacunas conjugadas, capaces de generar memoria inmunitaria duradera. Pero aún tenían dos barreras para su adopción global: el precio (50–100 dólares por dosis, inasumible para los países más afectados) y la cadena de frío, difícil de garantizar en muchas ocasiones.

Para lograr que la vacuna llegase a los países más pobres, la Organización Mundial de la Salud (OMS) impulsó el Meningitis Vaccine Project, alineando los incentivos. Los gastos de I+D se cubrirían con financiación filantrópica y habría un compromiso de demanda pública que hiciera viable un precio muy bajo. Serum Institute of India asumió el reto y, tras diez años de trabajo, logró que en 2010 la OMS preaprobase MenAfriVac (también conocida como “Men A”): una vacuna con un coste de 0,40 céntimos por dosis y más resistente al calor. Con ella, las campañas masivas llegaron donde antes era imposible y las grandes epidemias se desplomaron. En Nigeria, donde opera nuestro programa de incentivos a la vacunación, se han reducido las muertes por meningitis en un 60% en una década entre los niños menores de 5 años, pasando de 41.353 muertes en 2012 a 24.833 en 2021.

A pesar de la gran mejora, esas más de 20.000 muertes serían evitables si todos los niños completaran el calendario de vacunación. Donando al programa de incentivos a la vacunación, ayudamos a que más niños en el norte de Nigeria reciban las vacunas esenciales, incluyendo MenAfriVac contra la meningitis.