Cloración de agua: nuevas cifras prometedoras

Publicada el 14 de junio de 2022

En Ayuda Efectiva seguimos de cerca todas las actualizaciones de nuestro partner GiveWell, un evaluador independiente que está constantemente analizando cifras de efectividad, tanto de los programas que ya recomienda como de nuevas iniciativas prometedoras.

Uno de los motivos para nunca cesar en la investigación es determinar si existen otros programas que puedan tener una relación coste-efectividad tan buena como la de los programas que financiamos actualmente. En la inmensa mayoría de los casos, los nuevos programas que GiveWell evalúa no llegan a superar ese listón. Sin embargo, una reciente reevaluación de la evidencia acerca de algunos programas de tratamiento de agua apunta a qué podríamos estar ante una nueva oportunidad de muy alto impacto.

El agua contaminada es una de las principales causas de diarrea en los países más pobres. A su vez, las enfermedades diarreicas son la segunda causa de muerte en niños menores de cinco años.1 Los proyectos de ingeniería para extender la red de agua potable o la distribución de contenedores limpios para el transporte son eficaces. Sin embargo, su coste es muy elevado.

Un método mucho más barato para mejorar la calidad del agua es la cloración: es muy efectivo para eliminar patógenos, y su uso está muy extendido. En un primer intento, algunos estudios analizaron el impacto de promover el uso doméstico de botellas de cloro. Aunque la iniciativa parecía prometedora, en la práctica, la gente no utilizaba el cloro de forma consistente, y el programa no consiguió el objetivo de reducir la mortalidad significativamente.2

Un método eficaz para mejorar la calidad del agua es la cloración
© Sofía Martínez

Enfocando el problema desde otro punto de vista, Michael Kremer y Edward Miguel decidieron estudiar el impacto de dispensar cloro junto a los puntos de recolección de agua (al no existir redes de abastecimiento, es habitual tener que desplazarse hasta una fuente o pozo). Los resultados del estudio apuntaban a que la relación coste-efectividad de este programa podía ser muy superior.

En base al estudio de Kremer y Miguel, nuestro partner Evidence Action decidió implementar el programa Dispensers for Safe Water, que lleva desde 2013 instalando, manteniendo, y promoviendo el uso de dispensadores de cloro en lugares remotos de Uganda, Malawi y Kenya. Este método consigue una tasa de adopción del 60%, muy superior al 10% de las botellas de cloro individuales.3 Uno de los factores diferenciales parece radicar en el papel de la conducta humana en la adopción del tratamiento: al instalar los dispensadores a la vista de todo el mundo, es más sencillo que la gente recuerde utilizarlo y pueda adoptar una rutina.

GiveWell estima que el programa de cloración de agua Dispensers for Safe Water reduce la mortalidad infantil en torno a un 14%.4 Sin embargo, planea realizar una investigación de coste-efectividad en mayor profundidad. Si concluyen que la relación coste-efectividad de Dispensers for Safe Water es similar a la de los programas que ya apoyamos desde Ayuda Efectiva, podríamos estar ante la próxima incorporación a nuestros programas de salud global.


  1. OMS, Diarrhoeal disease. Accedido el 31 de Mayo de 2022. 

  2. Kremer, Michael; Miguel, Edward; Mullainathan, Sendhil; Null, Clair; Peterson, Alix. 2011. Social Engineering: Evidence from a Suite of Take-up Experiments in Kenya. Accedido el 31 de mayo de 2022. 

  3. Amrita Ahuja, Michael Kremer, and Alix Peterson Zwane (2010) Providing Safe Water: Evidence from Randomized Evaluations, pág. 239. Accedido el 28 de julio de 2025. Versión archivada

  4. Ver las cifras de impacto calculadas por GiveWell. 

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